Este año toca ir a Birmania, vamos a un país poco conocido que hoy se llama Myamnar, nombre que no existía cuando
estudiábamos Geografía y que escuché la primera vez estando en Tailandia al
llegar al Triangulo de Oro. El guía nos explicó que países confluían allí
separados por el rio Mekong. Así que sin tener ni idea nos hemos apuntado quizás
con no mucha ilusión pues a mí los monumentos, pagodas, que vi en Tailandia y en China no
me gustaron mucho, tienen mucho colorido, demasiado, y me parecen fallas, no es
que desprecie a éstas pero ¿cómo están hechas de cartón? Muy distinto son los vetustos y
fotogénicos templos de Nepal siempre con gente descansando sentada en sus
escalinatas.
Al ponerse a leer un poco para informarse enseguida ves por todas
partes el nombre de Aung Sang Suu Kyi. Suu Kyi, The Lady (la Señora) como es conocida por todo el país,
es la hija del revolucionario Aung San, aquel general que primero se reveló contra los
colonos ingleses y que murió asesinado en 1947. Es considerado en Birmania como el padre de la independencia.
Pese a ganar unas elecciones en 1990 Aung San Suu Kyi vivió desde entonces en
un arresto domiciliario del que quedó en libertad en noviembre del 2010. Recibió el Premio Nobel de la Paz en 1991, y recientemente ha
viajado a Oslo, 21 años después, a recogerlo, así como también ha estado en Inglaterra
y en Estados Unidos, gracias a que el país se ha ido democratizando. La
dictadura militar ha ido cediendo a la presión social así como a la internacional, y las últimas elecciones han permitido que la Señora se pudiera, esta vez sí, sentarse en el Parlamento. En esta apertura democrática ha
participado mucho el mundo religioso, cabe recordar la Revolucion Azafrán, pero
Aung Sang y su hija, la Señora, constituyen unos verdaderos iconos cuyas
fotografías podemos ver en todos los sitios, calles, casas, mercados, comercios,
camisetas, hasta en la misma cabina del vetusto barco en el que cruzamos el río
Irawadi en Mandalay.
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